las lágrimas rozando mi mejilla
y su sabor a corazón roto y dolor.
Para qué negar que por mucha lucha
siempre seré aquella chica insegura
que sueña con que alguien
se enamore de sus defectos,
para ella está completa, y perdida
en la cuenta de los que son.
Sueña con el amor que vio en una novela,
cuando aprendió a dejar de lado
lo que su corazón le decía.
Ahora, la melancolía y la penumbra la invaden,
buscando hueco y alma que arruinar.
Para qué negar que eso es lo único para ella.
(cc)
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